Una de las primeras actividades que se realizó el día de hoy con los niños fueron los acuerdos grupales. Se platicó con los niños sobre la importancia de los acuerdos y la función que tendrían, también se dialogó con ellos como los podrían emplear.
Los niños fueron organizados por equipos mediante la dinámica del trenecito, posteriormente se formaron los equipos, se les proporcionaron hojas, crayolas y marcadores para que comenzaran a escribir sus acuerdos; para que los niños dialogaran armónicamente se les puso una música instrumental que los ayudo a relajarse.
Durante esta actividad ocurrieron algunos imprevistos que ocasiones dudaba de cómo darles solución:
1. Los niños no estaban acostumbrados a trabajar por equipos, por lo tanto al proporcionarles el material algunos se adueñaban de ellos y otros se quejaban de que a ellos no les había tocado.
2. La actividad requería que los integrantes del equipo dialogaran para proponer los acuerdos y plasmarlos en las hojas; pero los niños no dialogaban entre ellos e incluso no conocían el nombre de todos sus compañeros. Además pude darme cuenta de que los niños hablan poco y en su mayoría, cuando lo hacen, es muy bajito tanto que es necesario pedirles, en múltiples ocasiones, que repitan lo que dicen y pedirles que hablen un poco más fuerte.
3. Algunos niños tuvieron, en especial los de 1° grado, dificultades para escribir sus acuerdos por lo tanto los dibujaron y los explicaron verbalmente.
4. En un principio, cuando se abrió el espacio para compartir los acuerdo, no todos los niños querían leer sus acuerdos, conforme se fueron agarrando confianza los niños comenzaron a participar.
5. Un niño llamado Alberto es un niño de 1° grado que se encuentran en el nivel de escritura presilábico primitivo y por lo tanto cuando paso al frente a escribir su acuerdo solo escribió algunas formas similares, en su escrito pude ver presente la hipótesis de cantidad.
6. La situación que más me conflicto fue el hecho de que Alberto se salía del salón en múltiples ocasiones debido a que las actividades no tienen sentido para él. Cuando le pregunte por qué se salía me respondió que porque se aburre y él quiere jugar todo el día. Me pude dar cuenta de que las actividades planeadas no están acordes al nivel de escritura de Alberto por lo tanto no llaman su atención.
Observación general:
Alberto es sobrino de Claudia y Martha, ellos están en 1° grado. Alberto tiene 6 años, Martha 9 años y Claudia 8 años. El maestro Javier Esparza Valdés titular del grupo de 1° y 2° grado comentaba que son niños de nuevo ingreso desde la semana pasada y que solamente tienen 2 días que asisten a clase. La situación de Martha y Claudia es similar a la de Alberto pero ellas no se salen del salón y reconocen algunas letras, también participan en todas las actividades aunque impliquen una dificultad realizarlas.
En general los demás niños de 1° grado reconocen varias letras por lo menos las de su nombre, y los niños de 2° grado ya escriben sus ideas y las verbalizan (con algunas dificultades, pero lo hacen), por otra parte lo que si implica un reto para ellos es copiar lo que se encuentre en el pizarrón, requieren de mucho tiempo y es cansado para ellos.
Pendientes del día: Adecuar las actividades de la planeación al ritmo de trabajo de los niños y buscar actividades que impliquen el reconocimiento y la búsqueda de las letras del nombre así como también actividades que ayuden a desarrollar la motricidad fina para Alberto, Martha y Claudia.
